En La Sierra Nevada del Cocuy, que actualmente vive la más grave crisis ambiental de su historia, se encuentra una columna montañosa protegida de 306 mil kilómetros cuadrados, en el que se imponen 23 picos nevados, con alrededores entonados por cascadas, lagunas de origen glaciar, valles de frailejones, diversidad de flora y fauna, riqueza hídrica y paisajes propicios para emprender una caminata hasta las alturas que superan los 5.300 metros sobre el nivel del mar y así llegar al glaciar más grande de Colombia, el Ritacuba blanco.
Según Leonardo Real, ingeniero de recursos hídricos del Ideam, la nieve del Cocuy retrocede al año entre 20 y 25 metros y en las últimas cinco décadas, la pérdida del glaciar ha sido entre el 3 y el 5 por ciento. El Ideam realiza un monitoreo bimensual en donde se deja ver la pérdida considerable de nieve.
El alcalde del municipio del Cocuy, Alirio Puentes, manifiesta su preocupación ante lo que considera una problema de solución urgente.
"Actualmente, se vive la más grave crisis ambiental en la historia de la humanidad: el calentamiento global, sobreexplotación de recursos no renovables, pérdida de la biodiversidad, cambios climáticos drásticos, problemas irreversibles que afectan el medio ambiente y todas estas consecuencias tienen su origen en las sociedades modernas", asegura Puentes.
El problema se agrava, con la ausencia de una conciencia ambiental colectiva de responsabilidad en torno al ambiente y el uso tecnológico sin control.
De esta manera, Puentes hace un llamado a contribuir con prácticas y estrategias que pueden ser compatibles con la conservación y el uso sustentable del ambiente, como priorizar el reciclaje desde los hogares y generar una cultura como la que han formado en los cocuyanos, quienes desde sus casas seleccionan las basuras, dividiendo el material orgánico e inorgánico para ser tratados en una planta.
Asimismo, considera urgente que se debe orientar e involucrar a la población en general en las tareas de recuperación y cuidados ambientales, disminuir y mitigar la grave crisis ambiental.
No obstante, Puentes asegura que por el mismo sistema de trópico, los daños son irreversibles: "Sin embargo, está en nuestras manos prolongar la existencia de nuestra sierra", enfatiza.
El montañista profesional Giovanni Albarracín, asegura que ha visitado la Sierra desde hace ya casi 20 años en los que ha podido observar "muchos cambios sobretodo en el deshielo tan fuerte a causa del calentamiento global, pero también infortunadamente el incremento de las basuras en los diferentes campamentos, especialmente dejadas por turistas locales que no sienten la más mínima vergüenza de llevar botellas de aguardiente y cajetillas de cigarrillos que son arrojadas tranquilamente al piso en vez de llevarlas de regreso al pueblo".
Conscientes de la problemática ecológica que se ha desarrollado en la sierra, algunos colombianos preocupados se organizaron en la Asociación de Amigos del Cocuy.
Iván Dávila Velandia, miembro de la asociación, asegura que los cambios más importantes en los ecosistemas de la Sierra han obedecido a los globales del clima y a la acción humana directa en ellos.
El cambio de actividad productiva de la agricultura a la ganadería intensiva ha contribuido al deterioro de los ecosistemas más vulnerables como las cuencas de ríos y nacimientos de agua, tan importantes para toda Colombia, si se tiene en cuenta que son afluentes de muchos ríos de los que los colombianos obtienen el agua a través de sus grifos.
El impacto del turismo
La actividad turística puede ser parte responsable en el deterioro, si no se realiza con conciencia de conservación y cuidado, la cría de ganado en las aéreas protegidas, la destrucción de las áreas aledañas a las micro cuencas hidrográficas, arrojar basuras es un pecado mortal en estos ecosistemas porque además de su difícil biodegradación no existen al interior de la Sierra los mecanismos institucionales eficientes para la limpieza y control, asegura Velandia.
Puentes considera necesario incrementar políticas ambientales para los ecosistemas de páramo y hace un llamado académico y cultural para generar una conciencia nacional e internacional para la preservación de los nevados del trópico.
Fuente: Eltiempo.com
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